Desde que a principios del siglo XX los cirujanos empezaran a utilizar cistoscopios adaptados para explorar groseramente la cavidad abdominal sin tener que realizar grandes incisiones la cirugía a experimentado un avance exponencial.
Lo que hoy conocemos como cirugía laparoscópica consiste en introducir a través de pequeñas incisiones una cámara y distintos instrumentales quirúrgicos para poder operar, nace a mediados de los años 70 en los que se adaptan videocamaras a los instrumentos que utilizaban los cirujanos para poder visualizar el interior del abdomen, con lo que ya no era únicamente el cirujano quien podía ver la intervención y le permitía ser asistido e introducir nuevos instrumentos para realizar técnicas más complejas, siendo en 1985 cuando se realiza la primera operación de vesícula con éxito.
Ligado al desarrollo tecnológico que ha presentado la medicina en las últimas décadas, a día de hoy, somos capaces de realizar intervenciones de alta complejidad con un abordaje mínimamente invasivo. Mejorando los resultados clínicos y acortando los tiempos de recuperación de nuestros pacientes, pudiendo incorporarse a una actividad prácticamente normal en un tiempo breve. Gracias a los buenos resultados obtenidos ésta cirugía se ha ido consolidando como el mejor abordaje para muchas de las patologías que tratamos a diario
En nuestro centro gran parte de las intervenciones realizadas son vía laparoscópica incluyendo tanto procesos ambulatorios o de corta estancia como pueden ser la cirugía de la hernia inguinal, vesícula biliar, cirugía del reflujo o exploraciones abdominales y tomas de biopsias, como otros procesos más complejos como la cirugía colorrectal, obesidad mórbida, la cirugía pancreática o cirugía gastroesofágica.
