La enfermedad peritoneal maligna (EPM) entendida como la diseminación tumoral hacia el peritoneo (superficie que recubre la cavidad abdominal) ha sido tradicionalmente considerada como una etapa terminal de los tumores de origen abdominal.
A finales de la década de los años 80, el Dr P.H. Sugarbaker estableció las bases de un tratamiento para la EPM que asocia la cirugía radical y la administración inmediata de quimioterápicos en la cavidad peritoneal, con el objetivo de tratar el tumor microscópico invisible para el cirujano tras la resección. Numerosos estudios han demostrado ya su eficacia terapéutica, mientras persiste una falta clara de evidencia de otro tratamiento alternativo. Es un procedimiento seguro que presenta tasas de complicación similares a las de las cirugías complejas utilizadas tradicionalmente en esta patología, por lo que debe formar parte a día de hoy del arsenal terapéutico oncológico y dado a conocer a nuestros pacientes.
En los últimos años ha aumentado el interés por la diseminación peritoneal de los tumores abdominales, debido a los mejores resultados clínicos conseguidos con los tratamientos multidisciplinares y a los conocimientos sobre el desarrollo y crecimiento tumoral en la cavidad peritoneal, que permiten considerar la EPM como una enfermedad locorregional, que es subsidiaria de tratamiento radical para su control.
Entendemos por carcinomatosis peritoneal la diseminación al peritoneo de tumoraciones abdominales, sin tener en cuenta el número de lesiones, su tamaño o disposición.
El objetivo de la administración de quimioterapia intraperitoneal hipertérmica es el de intensificar el efecto citostático y tóxico sobre la célula tumoral. Las concentraciones logradas por los quimioterápicos por vía intraperitoneal son muy superiores a las alcanzadas vía endovenosa. La hipertermia conduce a una mayor penetración tisular y a mayor capacidad tumoricida de los citostáticos.
Este tratamiento es de elección para tumores de bajo grado de agresividad, especialmente en los pseudomixomas peritoneales de origen apendicular y en algunos tipos de mesoteliomas. Su indicación en cáncer colorrectal y apendicular ya está establecida, al igual que en pacientes seleccionados con enfermedad peritoneal de origen gástrico. Existe una creciente tendencia a usar esta técnica para el cáncer de ovario dado que los resultados de los estudios prospectivos son favorables y prometedores. Cada vez hay una mayor cantidad de estudios acerca de su indicación para la enfermedad peritoneal primaria establecida al igual que para las recurrencias. Está en vías de investigación su indicación de forma preventiva en determinados tumores, como el páncreas y estómago, ante el riesgo de una futura progresión con diseminación peritoneal.
No todos los pacientes son aptos para un procedimiento de tal envergadura, y no todos se beneficiarán del tratamiento, por lo que es de extrema importancia una adecuada selección de los candidatos.
El objetivo de la citorreducción radical con HIPEC es ofrecer un tratamiento eficaz para mejorar el pronóstico de pacientes diagnosticados de EPM, dentro de un esquema multidisciplinar en el que participan cirujanos, oncólogos, radiólogos, anatomopatólogos, anestesistas y médicos intensivistas, entre otros especialistas. Por lo tanto cambia el concepto antiguo y la carcinomatosis peritoneal en ciertos casos no debe ser ya considerada una manifestación tumoral incurable o no tratable al menos.
El éxito de la cirugía de citorreducción de máximo esfuerzo asociada a HIPEC, depende en primer lugar de la adecuada selección del paciente, de una citorreducción óptima, de la elección adecuada del agente quimioterápico, y del conocimiento de la biología tumoral.
Los pacientes diagnosticados de una neoplasia maligna con diseminación peritoneal candidatos al tratamiento de Citorredicción + HIPEC, son valorados en nuestro centro por un Comité de Tumores multidisciplinar de forma individualizada.
Criterios generales de selección
- Edad menor de 70 años (criterio relativo)
- Pacientes aptos desde el punto de vista clínico y anestésico
- Al menos 1 mes de intervalo entre quimioterapia sistémica y la cirugía
- Consentimiento Informado especí
- Enfermedad resecable según datos clínicos y diagnósticos preoperatorios
- Ausencia de enfermedad tumoral extraabdominal.
- Menos de tres lesiones hepáticas que sean técnicamente resecables sin hepatectomía mayor.
Criterios Oncológicos de Inclusión
- Pacientes con tumores primarios de colon, recto, intestino delgado, apéndice y estó
- Pacientes con tumores digestivos recidivados, con afectación exclusivamente peritoneal.
- Pacientes con carcinoma epitelial de ovario estadio IIIc.
- Pacientes con recidiva peritoneal de cáncer de ovario.
- Pacientes con mesotelioma peritoneal confinado a la cavidad peritoneal.
Criterios de exclusión
- Pacientes con enfermedad irresecable con los datos clínicos preoperatorios.
- Metástasis extraabdominales o metástasis hepáticas no resecables, o que su resección implique una reserva hepática limitada.
- Imposibilidad de seguimiento postoperatorio adecuado del paciente.
- Presencia de otra enfermedad tumoral maligna activa.
- Infección activa u otra condición que impida o incapacite al paciente para recibor el tratamiento propuesto según el protocolo.
- Falta de comprensión de la enfermedad, los riesgos del tratamiento, no aceptación de los mismos o ausencia de firma del consentimiento informado.